sábado, diciembre 3

La nulidad del contrato es la inexistencia del mismo y todo se retrotrae al punto de partida. Jamás ha existido.


¿Cómo se hace eso con las personas?

martes, noviembre 15

Crímenes en Granada

Debería estar criminalizado
este espectro tuyo,
paradójico,
(entre señorial y bohemio)
paseándose por Granada, o
sentado en el Botánico,
esperándome, entre páginas
de cualquier gaceta diaria.

Igual de criminal es,
esta ausencia tuya,
esta nostalgia bienfundada
de no encontrar
tu mirada cómplice
al observar un viandante que pasa.

Granada, Plaza de los Lobos, 2 de Noviembre de 2011

lunes, septiembre 12

Pax Romana


Navegué por pura desidia
arcaduces de palabras vacuas.
Dejando transcurrir una tarde,
de ausencias.
De repente, se iluminó
ese trozo de barra,
tras una conjura al vacío.

Tras eufemismos,
cordialidad y,
tres tazas de donaire,
instauramos la cultura
de no llegar sin saludarnos,
de hablar de todo, de nada,
y de no saber.

La insana costumbre de alunarnos
por las insensateces más estólidas,
para luego recular y volver,
al punto de partida.
Para abrir de nuevo esa ventana
y que llegue el aire fresco,
acuariano, de tu sonrisa,
por entonces inexplorada.
Y llegar al día, y confirmar,
que no hay nada más armónico
que el caos de tus dientes.
Y descubrir con los ojos cerrados,
etílica y cansada,
que no hay nada más tierno,
que tus robos a mano armada,
rompiendo la paz que lleva tu nombre.



martes, julio 12

Frecuencias

Muchas veces en la vida, sólo encontramos amigos de consumo.


Bastantes veces, nos decepcionamos de las personas.



Algunas desparecen sin más dejando una estela fugaz en el agua.



Pocas veces dejan un buen sabor de boca.


Pero sólo una vez en la vida llega una persona.
No un amor.
No un amigo, sino algo indescriptible que te hace cambiar el significado de las palabras. Y secuaz deja de tener un significado peyorativo para convertirse en ínclito estado de amistad al que casi nadie puede llegar.
Y una mañana sólo ambicionas cerrar puertas y ventanas, poner cerrojos, candados y no dejar ni un sólo hueco por el que pueda escapar. En tu imaginación. Egoísta por momentos. O tal vez realista.
Quedan alrededor de 30 horas y mi plan de detención no es compatible con tu felicidad.
En el mundo irreal de las sombras de mi mente, siempre... óyeme bien, siempre.... estarás aquí preso.




jueves, junio 2

Esencia de poder


Lo vio tirado en el suelo y le dio un puntapié grácil. Lo justo para comprobar que ponía lo que ella suponía que ponía. Era un bote, roto, de Allure de Chanel.

El perfume que estuvo anhelando durante años cuando era una adolescente soñadora. Cuando dormía con un cuaderno y una estilográfica debajo de la cama. Por si las musas la sacaban del sueño. Era el mismo perfume que quería llevar puesto a cada entrevista en las editoriales que la rechazaban una y otra vez.

Era el mismo perfume que ella almacenaba compulsivamente en el armarito del baño, ahora. Ahora que sí era recibida con todos los honores en las editoriales. Ahora que le hablaban de usted las mismas secretarias que le decían: a ver, ¿tú sabes cuántas como tú vienen a traer aquí portafolios con cuatro ocurrencias? Ahora que le publicaban cualquier "ocurrencia" tras el pelotazo de lo que ella consideraba lo peor que había escrito en su vida.
Ahora, que tenía todo el encanto, todas las ventas, todo el beneplácito de la crítica. Ahora que firmaba libros.
Ahora que había llegado a ese sitio inaccesible... Decidió rescatar del suelo ese bote. Lo tuvo entre sus manos con delicadeza y observó sus heridas, sus aristas punzantes... y le recordó a ella misma, en el pasado. Y decidió que no quería estar así en el futuro.
Sonrió. Vinieron las musas. Agarró fuertemente el bote en su mano derecha e hizo incidir la arista más punzante en su brazo izquierdo labrando un corte limpio, serpenteante.
Nunca iba a caer del pedestal que había logrado alcanzar.


domingo, mayo 15

Lo fácil


Lo fácil es sentarse a mirar.
A darle vueltas a una vida,
que en el mejor de los casos
se convierte en un teorema.
No es lo mismo que te queme
una idea, una posibilidad, acaso;
que exponerte a que la vida,
la real, la que se vive fuera de
las cuatro paredes de un cráneo,
te lacere.
Lo fácil es juzgar protegido desde
ese dique,
protegido de las mareas,
del azote implacable del viento
de la realidad.
Lo fácil es atarse al báculo de la neutralidad,
y, regiamente, negarse la contingencia
de querer, de poder, de que sienta tu carne,
y de que un lazo invisible sea el hilo conductor,
para que otra carne, ajena a ti,
sienta a tu par.


jueves, abril 28

El Secreto de Dánae en la Antártida


- Vamos a ver... ¿recordamos lo que vimos en clase sobre las plantas? Las plantas necesitan...
- Sol, agua y sales minerales!!! - canturreó el pequeño tal como le había enseñado su "seño" en clase.
- Muy bien Pablito. Qué bien se te está dando este tema de Cono, eh campeón?

Esa buena maestra estaba asombrada con la pericia vegetal que tenía este pequeño que iba a trompicones por la senda educativa. No podía imaginar una razón objetiva por la cual se hubiese despertado su interés por las plantas. Era un tema complicado: fotosíntesis, CO2, oxígeno, raíces, savias,...
Pero su asombro se acrecentó cuando vio la manera en la que la semillita de Pablito crecía más que las del resto de sus compañeros. Cuando allí, en el campo de batalla, enfrentándose a la tierra, a las raíces en vivo y en directo, trasplantaba su macetita mejor que cualquier otro. Con una sensibilidad innata. ¿Cómo podía el hijo de ese broker enganchado a gélidas cifras del Ibex 35 y de esa mujer extrañamente ajena a todo, que resolvía sus grandes problemas yendo de compras a las tiendas de las grandes firmas, tener esa sensibilidad con las plantas, ese interés desbordado por todo ese mundo vegetal y, para él, casi mágico?

Las dudas de esta maestra joven, inexperta pero con ese tesón que le hacía la mejor de las maestras, no se resolverán porque hay escondrijos en las personas que hacen verdaderamente inexplicables algunas situaciones.
¿Cómo va imaginar esa muchacha que la razón de esa sensibilidad, de esa dulzura vegetal de Pablito, no es otra que los genes? ¿Cómo va imaginar que esa mujer en medio de la Antártida de su matrimonio fue, por un instante, una Dánae terriblemente feliz en los brazos de un pobre jardinero?

viernes, abril 1

Incomensurable Primavera


Desde que llegué a este cuarto
albergo para mí
una incomensurable primavera.
Y parece que la invernalidad,
el estío,
o el precipitado otoño de Granada,
no tienen espacio en mi vida.

Desde que llegué a este cuarto
mi vida se trasladó al
Trópico de Cáncer
o de Capricornio.

Esa noche sin saberlo,
devolviste para siempre
a Perséfone al regazo de su madre.

martes, marzo 1

Miedo a crecer



Cada vez que miro a mi alrededor me acuerdo de Arnett y Elkind. La gente se niega a crecer, a asumir responsabilidades.
Me aterroriza la frase: " Yo es que tengo que vivir la vida". ¿Vivir la vida...? ¿Que una persona se plantee tener una familia propia, unos hijos con 25 años o más... es meterse en un sarcófago anticipadamente? Intentamos alargar la adolescencia hasta los treinta o más y vivir la vida es sinónimo de 'salir de fiesta' y de la onfaloscopia más absoluta. Somos incapaces de tomar decisiones maduras, de aceptar responsabilidades, pero discutimos sobre absolutamente todo como si poseyésemos la Suma Idea de Bien platónica.
Ahora con la crisis, bien es cierto, que no abundan los puestos de trabajo, pero ¡qué bien le ha venido eso a unos cuantos que prefieren ponerle la mano a papá y a mamá! - pero las discotecas están llenas por la noche ¿quién dijo crisis?

viernes, febrero 11

11.2.11 6.59AM


Esta mañana, junto a la barandilla de pensar, escuchaba el griterío ebrio de la muchachada al volver de fiesta. Escuché también tu grito de silencio desgarrado en el incipiente amanecer, pequeño Uliseo. Sentí esas cosas que callamos porque la gente nos supone fuertes e invencibles. Porque tiene que parecer que todo está bien.
Aunque se nos caiga el techo encima, nosotros salimos de los escombros delante de esa jauría de hienas y sonreímos mientras nos sacudimos el polvo del derrumbe que nos ha manchado el traje. Este polvo blanco suaviza mis facciones - dices, mintiendo a conciencia, viendo el supuesto lado bueno de las cosas.
Pero en lo más íntimo de tu soledad, haces la auditoria de una vida y sobre todo ahora que estás aprendiendo contabilidad, estas cuentas no te cuadran. Por más que revises no cuadra: Demasiados acreedores, demasiadas promociones estafa, demasiadas cifras en la columna del 'debe' y pocos amores correspondidos, ofertas de trabajo -dignas o indignas- en el 'haber'.
No te pido el milagro de resolver tu vida en un parpadear, ni que saltes esos obstáculos sin resolver con tu máscara veneciana de sonrisa y pundonor. Sólo te ofrezco mi mano para que te agarres en momentos de terremoto, mis hombros para cuando se caigan las vigas de esos pesados techos en ruinas que nos atenazan.
Yo tampoco puedo con mi vida, y lo sabes, pequeño Ulises, pero le opongo resistencia. Mientras me quede un hálito de vida te engancharé a mí y sacaré a flote tu alma varada. Sé que no lo soy todo, que no soy todo todas esas ínsulas que anhelas encontrar en el piélago de tu vida. Pero soy algo que no abunda en estos tiempos modernos: Incondicional.
¡Qué se joda esta puta vida, aún no nos va a ver muertos!

miércoles, febrero 9

Casa en Ruinas


En realidad no sé como me atrevo a sentarme frente a las teclas con el propósito de escribir. Estoy seca por dentro. La conexión que unía mi cerebro con estas páginas parecen no querer funcionar. Sólo sé sentir esta casa en ruinas. Sólo sé sentir que se empieza a caer hasta el último pilar y no puedo hacer nada para detenerlo.
Pero hasta sin poder, sin el más mínimo atisbo de poética o de prosa con algo de sublime, tengo que gritar mis miserias al viento. Tal vez sea la única manera de rebelarme contra mi sino.