viernes, abril 1

Incomensurable Primavera


Desde que llegué a este cuarto
albergo para mí
una incomensurable primavera.
Y parece que la invernalidad,
el estío,
o el precipitado otoño de Granada,
no tienen espacio en mi vida.

Desde que llegué a este cuarto
mi vida se trasladó al
Trópico de Cáncer
o de Capricornio.

Esa noche sin saberlo,
devolviste para siempre
a Perséfone al regazo de su madre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perséfone y Deméter, de camino a su morada, tocaron con sus lágrimas de gozo, los blancos jacintos, los narcisos gualdas, y las azucenas enamoradas.

Violeta dijo...

:)